Del blanco al negro, y yo que sé.

A veces, ocurren cosas que te cambian la forma de ver 'el mundo'; tomas decisiones que crees que haces bien, pero te equivocas. Haces de lo más pequeño, una montaña enorme. De querer muchísimo a alguien, pasas a odiarla a muerte. Del aprecio, pasas al asco. De confiar a desconfiar. De ser compresiva, a no entender una mierda. ¿Y de lo mejor? Te temes lo peor. ¿Todo esto por qué? Quién sabe. Quizás es momento de dejarse llevar, y no preocuparse tanto por las cosas...

no le quiero, o eso quiero creer.

No quiero verle, pero me paso el día viendo sus fotos. No quiero hablarle, pero si no me saluda me enfado con él. No quiero que mE saque la sonrisa tonta, pero me encanta tener esa sensación. No quiero llorar por él, pero cada vez que pienso en todo esto no puedo controlar las lágrimas. No quiero que me mire, pero me encantan sus ojos. No quiero que me sonrÍa, pero cuando lo hace sale el sol. No quiero que me cuente su vida, pero me muero de ganas por saber que tal anda de amores. No quiero que me abrace, pero cada vez que lo hace me siento como la única persona del mundo. No quiero que esté cerca de mi, pero no puedo impedir las ganas de querer tenerlo a mi alrededor. No quiero pensar en él porque me duele, pero siempre he tenido un lado masoquista.

No vale la pena.

¿Y para qué darle importancia a algo que ya no existe? ¿algo que ya no esta? Para mí, eso significa sufrir recordándolo, no tiene otra explicación. Tal como llegaste, desapareciste. Y así se queda, no voy a darle tanta importancia a algo que ya no esta, no vale la pena.

Pensamientos en voz alta.

Me he cansado de las mentiras, de las puñaladas por la espalda, de la falta de confianza. De las ilusiones y de los chascos. De la hipocresía y de la gente odiosa. De la gente que dice ser tu amiga y luego te la clava por detrás. De las malditas reglas y del puto cuento del 'mundo de color rosa'. De las preocupaciones sin sentido y de las promesas. Con el tiempo se ve como es cada cosa, y de la importancia que le debes dar. Pero, ¿y que más dará todo? Un día te parecerá todo bonito, estarás mejor que nunca, sin pegas. Y al siguiente te estarás cagando en todo lo que se mueve. Pues a la mierda todo, una no puede ser buena toda la vida. Ahora me toca a mí ser la 'cabrona de la película'.

Flipante no, lo siguiente.

Hablas mucho de la vida, como si hubieras vivido cientos de años, como si tuvieras mucha experiencia. ¿Y sabes qué? Que no la tienes. Que te piensas que sabes de todo, y en realidad no tienes ni puta idea de nada. Hablas de madurez cuando tú misma no la tienes. No amiga mía, no la tienes. Dices demasiadas cosas que luego no cumples, ¿un ejemplo? Que siempre estarías ahí, que significo mucho para ti, que como yo hay pocas, y miles más. ¿Y todo para qué? ¿Para que te rías en mi puta cara? ¿Para que me vaciles? Y una mierda. Encima de que hacemos cosas por ti, que te apoyamos, que te aconsejamos, que escuchamos tus penas y te animamos, encima te quejas. Te quejas y vacilas. Y yo la tonta que luego va detrás pidiendo perdón por arreglarlo. Pues apáñate sin mi, porque paso de tus jueguecitos. Y no, yo tampoco soy tan madura como para hablar de madurez, pero es que lo tuyo no tiene nombre.

Llámalo egoísmo, quizás cabezonería, o tal vez orgullo. Quién sabe. Es algo que no se puede explicar, algo que se siente sin querer. Dirás que no tengo motivo, y no, no lo tengo. Pero aunque quiera, no puedo cambiarlo. Lo siento y punto. No hay más. Y si pudiera controlar lo que siento, cambiaría cosas, ¡y tanto que las cambiaría! Desgraciadamente esto es la realidad, y cambiar sentimientos es casi imposible.

Tal vez mañana lo vea más claro. Sí, tal vez.

Pues no. No voy a darle vueltas a una cosa que no tiene otras opciones. Ni voy a preocuparme. Ni voy a seguir insistiendo en eso. Tampoco voy a comportarme diferente, no tengo por qué. No voy a echarte nada en cara. Ni a tratarte de otra forma. Voy a salir de esta mierda, y voy a olvidarlo todo. No sé cómo, sinceramente, pero lo haré. Y tanto que lo haré.

Recuerdas cuando..

decisiones importantes se tomaban con el 'pito pito gorgorito..'? Cuando algo se complicaba, podía detenerse con un 'eso no vale, ¡trampa!'. Los errores se arreglaban con un 'volvamos a empezar'. Y cuando decían 'tonto el último', te hacía correr hasta quedar agotado. Un castillo de arena te entretenía toda la tarde. Quitar los ruedines de la bici era un gran paso en tu vida. 'Guerra' significaba tirarse tiza y papel en los cambios de clase. El gran negocio era cambiarse los cromos repetidos. Tener dinero solo significaba poder comprar chuches al salir del cole. Tus mayores habilidades se descubrían con un '¿a que no eres capaz?'. Un helado era la mayor recompensa. Los globos de agua eran la mejor arma. Un parque y un par de amigos nos aseguraban la felicidad.

Sientes algo raro en tus tripas, un escalofrío que te recorre todo el cuerpo, una sonrisa que te sale sola, una inquietud que hace que te muerdas las uñas, un temblor en tu voz.. Ahí es cuando empiezas a preocuparte, temes estar enamorada. Y cuando te pase eso no pienses con el corazón, con el corazón siente, con la cabeza piensa y dejate llevar. 
Tan simple como eso, como decir 'te quiero'.